Twitter atraviesa una crisis de confianza entre los inversores, preocupados por sus planes para hacer crecer los ingresos y el número de usuarios.
Una nueva administración, productos, diseños y herramientas no han podido modificar el negocio de la red social. El crecimiento de Twitter se ha estancado, y no está ni cerca de generar una ganancia.
Twitter hace rato está navegando en aguas turbulentas. El valor de sus acciones cayó, en lo que va del año, un 15% pero lo que agrava la situación es que las acciones tienen una caída del 75% desde su punto más álgido allá por el 2013 cuando el servicio era joven y fresco.
Por otro lado, bien conocidos son los problemas de la red social para ampliar su base de usuarios y poder competir con otras alternativas como Snapchat.
Ahora, un reporte de Re/Code asegura que la junta directiva de la red del pajarito se reunió esta semana para discutir su destino como una compañía independiente. Mientras tanto, crecen los rumores y los grandes nombres que podrían adquirir la totalidad o parte de Twitter, desde Apple, el magnate de los medios Ruper Murdoch y Alphabet (Google).
Muchos inversores en Wall Street piensan que Twitter no puede compartir el destino de las redes sociales en el nivel de Facebook o Snapchat. En cambio, va a seguir siendo un servicio muy querido por adictos a las noticias, celebridades y políticos.
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