Varias decenas de cohetes cayeron durante la noche de martes a miércoles en la base aérea de Ain al Assad, en el desierto al oeste de Irak, donde se encuentran las tropas de los soldados estadounidenses, según avanzó la televisión estatal de Teherán y confirmó una fuente a AFP.
El presidente estadounidense, Donald Trump, fue informado del ataque y se mantiene en contacto con su equipo de seguridad nacional, de acuerdo con la Casa Blanca. Medios estatales iraníes atribuyeron la operación a los Guardianes de la Revolución de Irán.
El Pentágono confirmó más tarde que más de una decena de misiles balísticos impactaron en dos bases aéreas, las de Al Asad y Erbil, que albergan tropas estadounidenses en Irak, y aseguró que está claro que los cohetes “se lanzaron desde Irán”.
Por el momento se desconocen los efectos
provocados por el ataque
Minutos después del ataque, el propio gobierno iraní daba a conocer la ejecución de la operación “Martirio Soleimani”, anunciando el lanzamiento de “decenas de misiles tierra aire”. Asimismo, Teherán advertía a los aliados estadounidenses de que no tomaran represalias, y advertía a Trump de que tomarían medidas “todavía más devastadoras” en caso de que el ataque fuera respondido.
El ataque, del que se desconocen los efectos personales y materiales, se produce apenas 24 horas después de que Estados Unidos informara “por error” de su intención de retirar las tropas del territorio iraquí a través de una carta que, posteriormente, fue rectificada.
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