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Mike Pompeo, exdirector de la CIA y designado por Trump para suceder a Rex Tillerson como secretario de Estado, desveló hoy que el pasado febrero tuvo lugar en Siria un enfrentamiento armado entre tropas estadounidenses y mercenarios rusos, en el que murieron «un par de centenares» de estos últimos. Pompeo hizo esta declaración durante su comparecencia ante la comisión del Senado que debía avalar hoy su nombramiento al frente del Departamento de Estado.
Se trataría del primer gran incidente de enfrentamiento directo entre soldados norteamericanos y tropas bajo la órbita rusa, del que no ha informado hasta ahora ni Moscú ni la Administración Trump. Aunque Pompeo no aportó más detalles, se da por hecho que los combatientes que resultaron muertos pertenecían a la organización de mercenarios privada Wagner Group, que está financiada por el Gobierno ruso. De aquella batalla de febrero, la información oficial se limitó a dejar sentada la muerte de cien combatientes pro régimen sirio, mientras que el Kremlin asumió la muerte de cinco ciudadanos rusos.
La confirmación de Pompeo como secretario de Estado por parte del Senadono estaba clara al cierre de esta edición. Los demócratas parecían dispuestos a oponerse en bloque, lo que estrechaba el margen. El hecho de que un senador republicano hubiese anunciado también su rechazo al nombramiento situaba al exdirector de la CIA contra las cuerdas.
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